A vísperas de San Valentín, el día internacional del amor. Esta festividad (como todas) se está convirtiendo en otra excusa para comprar y vender, dejando en segundo lugar al verdadero protagonista, el amor. Y es que regalar en un día especial como este no está mal, al contrario, siempre es una buena oportunidad para sorprender a tu pareja con algo que sabes que le va a hacer feliz. Pero hay que reflexionar sobre qué es el verdadero amor, y como crear y mantener buenos hábitos, así que te dejo unos consejos para recordarte  que San Valentín es 365 días al año.  

Sé realista, estamos acostumbrados a que nos vendan el amor idílico, el de las películas, pero la realidad ni se asemeja. En la vida real existe la rutina, las obligaciones, el cansancio, las variaciones en el estado de ánimo, la diferencia de criterios… Por todo ello, la comprensión y empatía acompañadas de flexibilidad con el otro son las mejores virtudes para cultivar.

Darse espacio personal, tener pareja no debe limitar tu crecimiento personal, el tener una vida y una personalidad propia. Hacer ese deporte, esa actividad que tanto te gusta y te motiva, quedar con tu red de familia y amigos o simplemente pasar tiempo con uno mismo  sin que tu pareja esté presente es esencial para la salud mental propia y la estabilidad emocional de la pareja. El pasar tiempo sin nuestra pareja también implica echarse de menos, lo cual también es necesario para valorar ese tiempo en común.

Saber perdonar, cuando perdonas una equivocación, lo importante es que sientas que lo haces de corazón, que aquello que ha sucedido sea un aprendizaje y no un recuerdo tedioso, el cual se recuerda reiteradamente en futuras discusiones. Si no eres capaz de perdonar esa acción, aunque cueste, es mejor dejar ir o trabajar mucho interiormente,  porque os estás condenando a sufrir. Recuerda que nadie es perfecto y los errores son sinónimo de aprendizaje y superación.

Escuchar y aprender a entender, a simple vista, puede parecer lo más fácil pero, en el momento de la práctica es lo contrario, inconscientemente muchos problemas y discusiones provienen del simple hecho de no saber escuchar y comprender.

 Lo primordial para llevar a cabo esta tarea es empatizar, ponerse en la piel y cabeza de la otra persona, es importante tener claro qué prioridades tiene la otra persona, que es lo que le molesta, lo que le preocupa, lo que le motiva, al tener estos factores en cuenta es mucho más fácil. Otro punto importante es apoyar a la otra persona, en sus gustos, aficiones y proyectos, para incentivar el crecimiento personal de tu pareja, al final queremos que nuestra pareja sea lo más feliz posible. Por último, y no menos importante, hay que evitar imponer nuestros pensamientos e ideas, dejar que cada uno mantenga su personalidad.

Cada relación es un mundo, y cada persona también, pero, siempre está bien reflexionar sobre todo lo mencionado anteriormente, que no solo sirve para las relaciones amorosas, sino para cualquier tipo de relación, ya sea familiar, amistades o incluso compañeros de trabajo. Que en tu red más cercana tengas  paz y sintonía es primordial para una vida llena y feliz.